Hipólito

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1. Teseo tuvo un hijo de la amazona Melanipa, o Antíope, o tal vez Hipólita, al que nombró Hipólito. De su madre heredó la pasión por la caza y las prácticas violentas. Entre todas las divinidades, distinguía con su especial veneración a Ártemis, y, en cambio, despreciaba a Afrodita. La diosa se vengó cruelmente de su desprecio suscitando en el corazón de Fedra, segunda esposa de Teseo, una viva pasión por el joven. Fedra se le ofreció, pero Hipólito la rechazó. Temiendo entonces que fuese a contar el hecho a Teseo, Fedra rasgó su vestido, rompió la puerta de su habitación y afirmó que Hipólito había tratado de violarla. Teseo fue presa de violenta cólera, y no queriendo matar con su propia mano a su hijo, recurrió a Poseidón, quien le había prometido satisfacer tres deseos suyos. Cediendo a sus ruegos, el dios envió un monstruo marino que, saliendo de las olas cuando Hipólito conducía su carro a orillas del mar, en Trecén, asustó a los caballos y asesinó al joven. En efecto, Hipólito fue arrebatado por el tiro, cayó del vehículo y, con sus pies enredados en las riendas, fue arrastrado por las rocas. Al saber el mal que había causado, Fedra se ahorcó.
            

También se cuenta que, a ruegos de Ártemis, Asclepio había resucitado al joven. Luego la diosa lo había transportado a Italia, a su santuario de Aricia (al borde del lago Nemi). Hipólito era identificado con el dios Virbio, compañero de Diana en Aricia.

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2. Hipólito es también el nombre de un gigante que, en la Gigantomaquia, se enfrenta con Hermes, quien lo mató con ayuda del casco de Hades, que lo convirtió en un ser invisible.

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- Grimal, Pierre, (1989). Diccionario de mitología griega y romana.Trad. Francisco Payarols, Barcelona, España: Paidós. (pp. 272)