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Tragedias / Polinices

                           Polinices

Polinices es uno de los dos hijos de Edipo; su hermano es Eteocles. Acerca del nombre de su madre varían las tradiciones; a veces aparece como hijo de Eurigania, la segunda esposa de Edipo; otras, como el de Yocasta, en la versión seguida por los trágicos. A veces se considera a Eteocles como su hermano mayor, otras como el menor. Su rivalidad para apoderarse del poder de Tebas fue causa de la guerra de los Siete Jefes y de la expedición contra la ciudad que acaudilló Adrasto. Se contaba a veces que en el origen de esta rivalidad había una triple maldición de su padre. Cuando Edipo, al darse cuenta de que era culpable de parricidio e incesto, se cegó, sus hijos, en vez de compadecerse de él, lo insultaron. Polinices, pese a la prohibición expresa que se le había formulado, le sirvió la mesa de plata de Cadmo y su copa de oro. Era un modo de ridiculizarlo y recordarle su origen, así como su crimen. Cuando se enteró Edipo, los maldijo a los dos, anunciándoles que nunca podrían vivir en paz en la tierra ni después de su muerte. Más tarde, durante un sacrificio, los dos hermanos enviaron a su padre, en vez de un buen pedazo de carne, los huesos del muslo. Edipo, encolerizado, arrojó los huesos al suelo y profirió contra sus hijos una segunda maldición, prediciéndoles que se matarían mutuamente. Por fin, la tercera adivinación fue pronunciada por Edipo después de que sus hijos lo encerraran en un oscuro calabozo para negarle los honores que le eran debidos. Entonces les profetizó que repartirían su herencia espada en mano. También se decía, más simplemente, que Edipo había maldecido a sus hijos porque no habían intentado salvarlo cuando Creonte lo desterró de Tebas.
 

Convertidos en los únicos dueños de Tebas, Eteocles y Polinices decidieron repartirse el poder: reinarían alternativamente, un año cada uno. Eteocles ocupó el trono primero —o en segundo lugar, según se lo considere el primogénito o el menor; pero en este último caso recibe el poder de Polinices, respetuoso con lo pactado, al cabo del primer año— y cumplido su plazo, se negó a traspasarlo a su hermano. Expulsado de su patria, Polinices se trasladó a Argos, llevándose el vestido y el collar de Harmonía. En este momento reinaba en Argos Adrasto. Polinices se presentó en su palacio, en una noche tempestuosa, al mismo tiempo que Tideo, hiio de Eneo, que había huido de Calidón. Los dos héroes se pelearon en el patio del palacio; con el ruido acudió Adrasto que los separó, les dispensó buena acogida y les concedió la mano de sus dos hijas. De este modo, Polinices casó con Argía, y Adrasto le prometió ayudarle a recuperar su reino. Tal fue el origen de la guerra de los Siete Jefes contra Tebas. 
 

Sin embargo, el adivino Anfiarao, previendo el fracaso que esperaba a la expedición, trató de disuadir a Adrasto. Para obviar esta dificultad, Polinices visitó a Ifis, hijo de Alector, y le preguntó cómo podría obligar a Anfiarao a incorporarse a la expedición. Ifis le reveló que Anfiarao estaba atado por un juramento que le obligaba a aceptar todas las decisiones de su esposa Erifila. Polinices ofreció entonces a ésta el collar de Harmonía a cambio de que persuadiera a su marido. Así fue posible organizar la expedición. De paso, en Nemea, Polinices obtuvo la victoria en el pugilato en los juegos fúnebres celebrados en honor de Arquémoro (los futuros Juegos Ñemeos). En los combates ante Tebas, Polinices fue asesinado por su hermano, a quien dio muerte a su vez antes de morir. De este modo se cumplió la maldición de Edipo.

 

- Grimal, Pierre, (1989). Diccionario de mitología griega y romana.Trad. Francisco Payarols, Barcelona, España: Paidós. (pp. 443)

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