MITO Y TRAGEDIA GRIEGA HOY
Tragedias / Sísifo
Sísifo
Sísifo es el más astuto de los mortales y el menos escrupuloso. Era hijo de Eolo, y pertenece a la estirpe de Deucalión. Fundador de Corinto, que se llamaba entonces Éfira, a veces es considerado también como el sucesor de Medea, de quien recibió el poder cuando ésta tuvo que abandonar precipitadamente la ciudad. La leyenda de Sísifo comprende varios episodios, cada uno de los cuales es la historia de una astucia.
Autólico le había robado sus rebaños. Sísifo fue a buscarlos y pudo hacer valer sus títulos mostrando su nombre, que, por precaución, había grabado en la pezuña de todos los animales. Aquel día era precisamente la víspera de la boda de Anticlea, hija de Autólico, con Laertes. Durante la noche, Sísifo consiguió seducir a la joven, con la cual concibió un hijo, Ulises. Según ciertos mitógrafos, Autólico dio espontáneamente su hija a Sísifo, pues deseaba tener un nieto tan astuto como su padre.
Cuando Zeus hubo raptado a Egina, la hija del Asopo, al llevarla de Fliunte a Enone, pasó por Corinto y fue visto por Sísifo. Cuando Asopo se le presentó en busca de la doncella, Sísifo le prometió revelarle el nombre del raptor a condición de que el dios-río hiciese brotar una fuente en la ciudadela de Corinto. Asopo consintió en ello, y Sísifo le dijo que el culpable era Zeus. Ello valió a Sísifo la cólera del señor de los dioses. Una versión pretende que Zeus lo fulminó y lo precipitó en los Infiernos, condenándolo a empujar eternamente una roca enorme hasta lo alto de una pendiente. Apenas la roca llegaba a la cumbre, volvía a caer por su propio peso, y Sísifo tenía que empezar de nuevo. Pero este castigo, ya contado en la Odisea, pasaba por tener otra explicación. En efecto, Zeus, irritado por la denuncia de Sísifo, le había enviado al genio de la muerte (Tánato) para que lo matase. Pero Sísifo sorprendió a Tánato y lo encadenó, por lo cual durante un tiempo ningún hombre murió. Fue preciso que Zeus interviniese y obligase a Sísifo a liberar a Tánato, con objeto de que éste pudiese seguir cumpliendo su misión. La primera víctima fue, naturalmente, Sísifo. Pero, en vez de resignarse a su suerte, éste, antes de morir, ordenó en secreto a su esposa que no le tributase los honores fúnebres. Cuando llegó a los Infiernos, Hades preguntó por qué no se presentaba en la forma ordinaria. Sísifo se quejó de la impiedad de su mujer y obtuvo del dios, indignado, permiso para volver a la tierra a castigarla y restituirla al camino recto. Una vez en la tierra, Sísifo procuró no volver a los Infiernos, y vivió hasta una edad muy avanzada; pero cuando murió definitivamente, Hades, queriendo impedir una nueva evasión, le impuso una tarea que no le dejaba tiempo ni posibilidad ninguna de huir.
Existía en la leyenda de Sísifo otro episodio que justificaba su castigo de modo distinto. Desgraciadamente, sólo lo conocemos por una noticia mutilada de Higino, resumen incompleto de alguna tragedia perdida. Cuenta Higino que Sísifo odiaba a su hermano Salmoneo y preguntó al oráculo de Apolo de qué forma podría matar a “su enemigo”, es decir, su hermano. Apolo le respondió que encontraría vengadores si daba hijos a su propia sobrina Tiro, hija de Salmoneo. Sísifo se convirtió en amante de la joven y le dio dos gemelos. Pero Tiro, al conocer el oráculo, dio muerte por sí misma a sus dos hijos, de corta edad. Ignoramos qué hizo Sísifo entonces. Cuando se termina la laguna del texto, encontramos a Sísifo en los Infiernos empujando su piedra a causa de su impiedad.
Se atribuye a veces a Sísifo la fundación de los Juegos ístmicos en honor de su sobrino Melicertes. Sísifo tenía por esposa a Mérope, una de las Pléyades, la única que se casó con un mortal.
- Grimal, Pierre, (1989). Diccionario de mitología griega y romana.Trad. Francisco Payarols, Barcelona, España: Paidós. (pp. 485-486)