MITO Y TRAGEDIA GRIEGA HOY
Tragedias / Ulises u Odiseo
Ulises u Odiseo
Ulises, en griego, Odysseus—el nombre latino Ulisesse debe a un préstamo dialectal— es el más célebre de los héroes antiguos. Su leyenda, que constituye el tema de la Odisea, ha sido objeto de modificaciones, adiciones y comentarios hasta el fin de la Antigüedad. En mayor grado aún que la de Aquiles, se ha prestado a interpretaciones simbólicas y místicas. Ulises, por ejemplo, es considerado con frecuencia por los estoicos como el tipo de hombre juicioso y prudente.
I. Nacimiento.La genealogía de Ulises es relativamente constante. Los autores coinciden en el nombre de su padre, Laertes, y el de su madre, Anticlea. Esta filiación aparece ya en la Odisea. Las variaciones sólo empiezan con antepasados más lejanos. Del lado paterno, su abuelo es Arcisio, y ello desde la Odisea; pero Arcisio pasa por hijo de Zeus y Euriodia, como por el de Céfalo o por el de Cileo, hijo éste de Céfalo.
Del lado materno, la Odisea da como abuelo a Autólico, con lo cual su bisabuelo sería Hermes. Pero existía una tradición según la cual Anticlea, antes de casarse con Laertes, habría amado a Sísifo, y Ulises habría sido en realidad hijo de éste. Esta versión es mencionada sobre todo por los trágicos; los poemas homéricos la ignoran.
Ulises nació en Ítaca, que es una isla de la costa occidental de Grecia, al noroeste de Cefalonia, en el mar Jónico. Con más precisión se dice que Anticlea lo trajo al mundo en el monte Nérito, un día en que había sido sorprendida por la lluvia, y el agua le impidió proseguir su camino. Esta anécdota tenía su origen en un juego de palabras sobre Odysseus, que se interpretaba como un fragmento (poco más o menos) de la frase griega que significa: “Zeus llovió sobre el camino”. Pero la Odisea da otra interpretación del nombre de su héroe: Sísifo habría denominado así al niño, porque el propio Sísifo era detestado por mucha gente (Odysseus recuerda a la expresión griega para “ser odioso”).
Según la tradición que presenta a Ulises como hijo de Sísifo, Anticlea dio a luz a su hijo en Alalcómenas, en Beocia, cuando se dirigía a Ítaca con Laertes, y en recuerdo del lugar de su nacimiento, Ulises habría llamado Alalcómenas a un pueblo de Ítaca.
II. Hasta la guerra de Troya. Durante su juventud, Ulises realizó varios viajes. Una tradición tardía afirma que fue uno de los discípulos del centauro Quirón, como Aquiles. Homero nada nos dice de ello. La Odisea alude sólo a la cacería del jabalí en la que tomó parte, en el Parnaso, con ocasión de una visita en casa de Autólico. Durante esta cacería fue herido en una rodilla, y de ello le quedó una cicatriz indeleble; mucho más tarde, a su regreso de Troya, le serviría para darse a conocer. En tiempo de Pausanias, los guías del santuario precisaban que Ulises había recibido esta herida en el lugar que ocupaba el gimnasio de Delfos. Ulises realizó otros viajes por encargo de Laertes, particularmente a Mesenia, para reclamar unos carneros que le habían robado. En Lacedemonia se encontró con Ífito, que había sido huésped suyo y de quien recibió como presente el arco de Éurito, que le había de servir más adelante para matar a los pretendientes.
Llegado a la edad viril, recibió de Laertes el trono de Ítaca, con todas las riquezas de la casa real que consistían, sobre todo, en rebaños. En este momento se sitúa, en las narraciones posteriores a la Odisea, su tentativa de casarse con Helena, hija de Tindáreo. Pero al ver que el número de pretendientes era considerable, renunció a Helena para asegurarse un partido casi tan ventajoso y casarse con Penélope, prima de Helena e hija de Icario. Queriendo granjearse la gratitud de Tindáreo, ideó una estratagema capaz de sacarlo de apuros ante los numerosísimos pretendientes a la mano de Helena. Le aconsejó que exigiese a cada uno de ellos el juramento de respetar la elección que se hiciese y ayudar al elegido a conservar su esposa en el caso de que alguien se la disputase. De este juramento iba a salir la guerra de Troya. Agradecido, Tindáreo obtuvo con facilidad la mano de Penélope para Ulises. Según otros autores, ésta fue el premio de una carrera en la que Ulises salió vencedor.
De este matrimonio nació un hijo, Telémaco. Era éste todavía un niño cuando se difundió la noticia de que Paris había raptado a Helena, y Menelao pedía ayuda. Ulises, sólo a regañadientes se resignó a cumplir el juramento que lo ataba. Con posterioridad a los poemas homéricos, se contaba incluso que se había fingido loco para eludir tomar parte en la campaña. Palamedes puso de manifiesto su estratagema, y con ello se ganó el odio del héroe. Cuando vio que había perdido la partida, Ulises aceptó lo inevitable y partió para Troya. Antes, su padre le había dado un consejero, Misco, con la misión de velar por él durante la guerra. Este Misco no se menciona en los poemas homéricos.
Desde este momento, Ulises se entrega con ardor a la causa de los Atridas. Acompaña a Menelao a Delfos para consultar al oráculo, e incluso, según ciertas tradiciones, se traslada con él por primera vez a Troya a reclamar a Helena, y en busca del joven Aquiles, cuya presencia los Destinos han declarado indispensable si se quiere tomar la ciudad. Finalmente, lo descubre en Esciros y, ya solo, ya acompañado de otros héroes —-Néstor y Fénix, Néstor y Palamedes o Diomedes, según las tradiciones—, se disfraza de mercader y entra en el gineceo del rey Licomedes, donde vivía Aquiles. Allí, mientras ofrecía telas y armas de su surtido, reconoció a Aquiles en la prisa con que éste escogió las armas. O bien hizo que lo descubriese su emoción al oír los sones de una trompeta de guerra. Finalmente, durante este periodo preparatorio lo encontramos también como embajador de los Atridas en Chipre, cerca de Cíniras.
III. La guerra ante Troya.Durante la primera expedición, que termina con el desembarco de Misia —y que es ignorada por los poemas homéricos—, el papel de Ulises parece haber sido insignificante, limitándose a interpretar correctamente el oráculo relativo a la curación de Télefo por el autor de la herida. Cuando Aquiles declinaba toda competencia, Ulises hizo observar que en realidad se trataba de la lanza y no del guerrero. En la segunda expedición —la guerra de Troya propiamente dicha—, Ulises desarrolla especialmente sus actividades. Presta sus servicios a Agamenón como mediador para hacer que Ifigenia se traslade a Áulide con un pretexto plausible.
Ulises conduce a Troya un contingente de doce naves. Forma parte de los jefes que se reúnen en consejo, y es considerado como el igual de los más ilustres. En ruta hacia Troya acepta el reto que le lanza el rey de Lesbos, Filomelides, y lo mata en la lucha. Este episodio, que en la Odisea es objeto de simple alusión, es convertido por los autores posteriores en un asesinato, en que Ulises fue ayudado por Diomedes, su compañero, o su cómplice. Durante la escala en Lemnos, en el curso del banquete de los jefes, Ulises, según la Odisea, se querelló con Aquiles. Uno, Ulises, ensalzaba la prudencia; el otro, Aquiles, exaltaba la bravura. Agamenón, a quien Apolo había predicho que los griegos tomarían Troya cuando la discordia se manifestase entre los sitiadores, vio en esta discusión un presagio de pronta victoria. Este episodio fue deformado por los mitógrafos posteriores, los cuales imaginaron una querella entre Agamenón y Aquiles, primer síntoma de la que, nueve años más tarde, debía oponer a los dos héroes y que constituye el tema de la Ilíada. Ulises los habría reconciliado. Además, el episodio en vez de situarse en Lemnos, es transportado a Ténedos. En Lemnos, o en el islote cercano de Crisa, hoy desaparecido, fue abandonado Filoctetes por consejo de Ulises.
Los poetas posteriores a Homero introdujeron otro episodio en el curso del viaje a Troya: la embajada que, partiendo de Ténedos, fue a reclamar a Helena. Ya con ocasión del rapto, Ulises y Menelao habían efectuado un primer viaje a Troya acompañados de Palamedes para tratar de arreglar el conflicto pacíficamente. Repitieron la gestión saliendo de Ténedos, pero también resultó inútil y se vieron gravemente amenazados por los troyanos, debiendo su salvación a la intervención de Antenor.
Durante el asedio, Ulises aparece como combatiente de gran valor, a la vez que como consejero prudente y eficaz. Es empleado en todas las misiones que exigen un hábil orador. Por ejemplo, es encargado, en la Iliada, de la embajada cerca de Aquiles cuando Agamenón quiere reconciliarse con éste. Había conducido ya la cautiva Criseida a su padre, concertado el armisticio con los troyanos, organizado el combate singular entre Paris y Menelao, reducido a Tersites al silencio en la asamblea de los soldados y persuadido a los griegos de seguir en Tróade.
A esta actividad diplomática, tal como nos la presenta la Ilíada, los poetas posteriores —y ello, en parte, desde la Odisea— han añadido varios episodios: la embajada a Anio para que consienta en enviar a sus hijas, asegurando así el aprovisionamiento del ejército; la embajada a Filoctetes, cuando Héleno —hecho prisionero e interrogado por Ulises— ha revelado que las flechas de Heracles eran necesarias para asegurar la caída de la ciudad; la embajada a Neoptólemo, en la que fue acompañado por Diomedes o por Fénix.
También se atribuyen a Ulises otros actos, a menudo poco honrosos, tales como empresas de espionaje. Ya la Ilíada lo presenta durante un reconocimiento nocturno, en compañía de Diomedes, en el episodio de la Dolonia durante el cual mató a Dolón y capturó los caballos de Reso. Más tarde, inspirándose en la Dolonia, se imaginó el episodio del robo del Paladio. También se atribuyen a Ulises las intrigas que provocaron la muerte de Palamedes y la primera idea de la construcción del caballo de madera —astucia cuyo éxito habría asegurado mediante una expedición particularmente audaz mencionada por la Odisea—. Primero se hizo mutilar a latigazos por Toante, hijo de Andremón para no ser reconocido, y, vestido de harapos, se presentó en la ciudad como tránsfuga. Llegó junto a Helena, que, a la muerte de Paris, se había casado con Deífobo, y la convenció de que traicionase a los troyanos. Se contaba que Helena había revelado a Hécuba la presencia de Ulises, pero éste, con sus ruegos, lágrimas y hábiles discursos, había despertado la compasión de la reina, la cual le había prometido guardar el secreto. Pudo retirarse, aunque no sin haber dado muerte a varios troyanos, principalmente a los guardas de la puerta, y regresar luego al campo aqueo.
Numerosas son las proezas guerreras de Ulises durante la campaña. Sus víctimas fueron: Democoonte, Cérane, Alastor, Cromio, Alcandro, Halio, Noemón, Prítanis, Pidites, Molión, Hipódamo, Hipéroco, Deyopites, Toón, Énnomo, Quersidamante, Cárope, Soco. Protege a Diomedes cuando éste es herido, y cubre su retirada. Manda el destacamento encerrado en el caballo de madera y previene a sus compañeros contra la astucia de Helena, que acude a rondar a su alrededor imitando las voces de sus esposas. Es el primero en salir al exterior, y acompaña a Menelao, que quiere apoderarse cuanto antes de Helena, a la casa de Deífobo, y, según una versión, impide que el marido ultrajado dé muerte a su esposa. Según otra versión, aguarda a que se calme la cólera de los griegos y evita así que la joven sea lapidada, como ellos querían. También salvó a uno de los hijos de Antenor: Helicaón.
Ulises es también responsable de la muerte de Astianacte y del sacrificio de Polixena. Hécuba le correspondió como botín de guerra entre las cautivas troyanas, y en la tradición según la cual la anciana reina fue lapidada, Ulises le arrojó la primera piedra, pese a que ella lo había salvado en otra ocasión.
IV. El regreso a Ítaca.Esta parte de las aventuras de Ulises es la que constituye el objeto de la Odisea, pero también aquí la leyenda ha sido objeto de alteraciones y adiciones en época posterior.
Es sabido que Menelao y Agamenón nunca estuvieron de acuerdo sobre la fecha del regreso del ejército a Grecia. Menelao salió el primero con Néstor. Ulises los siguió, pero al llegar a Ténedos peleó con ellos y se volvió a Troya a reunirse con Agamenón. Cuando éste se hizo a la vela, Ulises fue el único que lo siguió entre todos los príncipes griegos; mas pronto una tempestad lo separó de él. Abordó en Tracia, en el país de los cícones, donde tomó la ciudad de Ísmaro. De todos sus habitantes, sólo perdonó la vida a uno, Marón, sacerdote de Apolo. Agradecido, Marón le obsequió doce jarras de un vino dulce y fuerte, que le sería de gran utilidad en el país de los cíclopes. En el desembarco, Ulises perdió seis hombres de cada uno de sus barcos, y ante un contraataque de los cícones del interior, volvió a hacerse a la mar.
Navegando con rumbo al sur llegaba, dos días después, a la vista del cabo Malea; pero un violento viento lo empujó hasta la costa de Citera, y al cabo de otros dos días abordaba en el país de los lotófagos. Envió a algunos de sus hombres a informarse sobre sus habitantes, los cuales los recibieron amistosamente. Les dieron a probar un fruto del país, el loto, fruto que constituía su alimento, y era tan exquisito que los griegos se negaron a reembarcar. Ulises tuvo que obligarlos. Los geógrafos antiguos situaban este país en la costa de Tripolitania.
Remontando hacia el norte, Ulises y sus compañeros llegaron a una isla llena de cabras, donde pudieron avituallarse abundantemente. De allí pasaron al país de los cíclopes, identificado siempre con Sicilia. Acompañado de doce hombres, Ulises desembarcó y entró en una caverna. Había cuidado de llevarse varios odres de vino, como presente de hospitalidad a los seres humanos que encontrase. En la caverna hallaron abundante queso, leche fresca y cuajada, etc. Sus compañeros insistieron en que Ulises se aprovisionase y partiese, pero él se negó. Y cuando llegó el dueño de la cueva, el cíclope Polifemo, se apoderó de los extranjeros y los encerró en su antro; luego se dispuso a devorarlos de dos en dos. Ulises le ofreció vino de Marón. El cíclope, que nunca había probado el vino, lo encontró bueno, y bebió tanta cantidad, que se puso alegre. Entonces preguntó su nombre a Ulises, el cual respondió: «Nadie». En recompensa de tan excelente bebida, el cíclope le prometió que lo devoraría último, y, tras una última copa, se quedó dormido. Ya se sabe cómo Ulises, sirviéndose de una estaca endurecida al fuego, perforó el único ojo del gigante y, al llegar la mañana, logró salir de la cueva agarrado al vientre de un carnero. El cíclope llamó en su socorro a sus congéneres al sentirse herido. Pero al preguntarle éstos quién le atacaba, el gigante hubo de responder: «Nadie». No comprendiendo el sentido de la respuesta, los demás cíclopes lo tomaron por loco y se marcharon. Desde este momento, Poseidón, que era el padre del cíclope, empezó a odiar a Ulises.
Habiendo escapado de este modo al cíclope, Ulises llegó a la isla de Eolo, el señor de los vientos, quien lo recibió hospitalariamente y le dio un odre de piel de buey que contenía todos los vientos excepto una brisa favorable, que le había de conducir directamente a Ítaca. Ya los navegantes podían ver las hogueras encendidas por los pastores en la isla cuando Ulises se durmió. Sus compañeros, creyendo que el odre encerraba oro, lo abrieron, y los vientos, al escaparse huracanados, los impulsaron en dirección contraria. Los barcos llegaron de nuevo a la mansión de Eolo, y Ulises fue otra vez al encuentro del rey para pedirle un viento favorable. Eolo le contestó que nada podía hacer en su favor, ya que los dioses habían manifestado de manera tan clara la oposición a su regreso. Ulises reanudó su navegación al azar y, remontando hacia el Norte, abordó en el país de los lestrigones, identificado generalmente con la costa de los alrededores de Formias o de Gaeta, al norte de la Campania. Vuelto prudente a raíz de su aventura con los cíclopes, Ulises envió a varios hombres en exploración, los cuales encontraron a la hija del rey, que los condujo a presencia de su padre, Antífates. Éste devoró a uno en el acto, y los demás huyeron, perseguidos por el rey y todo el pueblo, llegando a la orilla. Los lestrigones apedrearon a los griegos, hundiendo los barcos y mataron a sus tripulantes. Sólo Ulises logró cortar el cable que sujetaba su nave y hacerse a la mar.
Reducido a un solo barco y a su tripulación, continuó remontando la costa hacia el norte y pronto llegó a la isla de Eea, morada de Circe la encantadora —sin duda, el actual promontorio del monte Circeo, al sur del Lacio—. Cuando salió de la isla, Ulises dejó un hijo de Circe, Telégono, o tal vez dos, Teíégono y Nausítoo.
Circe lo envió a consultar el alma de Tiresias para saber los medios de su regreso a Ítaca. Tiresias le comunica que llegará a su patria solo y en un barco extranjero; que tendrá que vengarse de los pretendientes y, más tarde, partir otra vez, con un remo al hombro, en busca de un pueblo que no conozca la navegación. Allí ofrecerá un sacrificio expiatorio a Poseidón y, finalmente, morirá, de edad avanzada, en medio de la dicha y lejos del mar. Después de haber visto a cierto número de héroes entre los muertos evocados, Ulises vuelve a la mansión de Circe. Finalmente la abandona, no sin que la maga le haya dado aún otros consejos. Pasó primero a lo largo de la isla de las Sirenas (situada en las cercanías del golfo de Nápoles). Después tuvo que afrontar las Rocas Errantes y el estrecho entre Caribdis y Escila. Algunos de los marineros fueron devorados por ésta, pero el barco escapó a los remolinos de Caribdis y pronto llegó a la isla de Trinacria, donde habían unas manadas de toros blancos propiedad del Sol. Allí amainaba el viento y faltaban los víveres. A fin de remediar el hambre los marineros, sin escuchar la prohibición de Ulises, sacrificaron varios de estos bueyes para comérselos. El Sol, al verlo, fue a quejarse a Zeus y pedirle reparación. Por eso, cuando el barco volvió a zarpar, se levantó una tempestad enviada por el señor de los dioses; la nave zozobró, y sólo Ulises, que no había participado en el festín sacrílego, pudo salvarse a duras penas agarrado a un mástil. La corriente lo arrastró de nuevo a través del estrecho, y sólo por milagro escapó al abismo de Caribdis. Tras nueve días de ser juguete de las olas, llegó a la isla de Calipso (probablemente la región de Ceuta, en la costa marroquí, frente a Gibraltar). Aunque la Odisea no lo menciona, los autores posteriores aseguraban que Ulises había tenido de la diosa uno o varios hijos: Nausítoo, Nausínoo. La estancia en la mansión de Calipso duró diez años —o bien ocho, cinco o incluso uno, según los autores—. Finalmente, a ruegos de Atenea, protectora del héroe, Zeus envió a Hermes a Calipso con orden de que soltase a Ulises. Calipso puso a desgana a su disposición la madera necesaria para construir una balsa, y Ulises partió con rumbo Este. Pero la cólera de Poseidón no menguaba. El dios provocó una tempestad, que destruyó la balsa, y desnudo y agarrado a un madero, el héroe llegó a la isla de los feacios, que en la Odisea se llama Esqueria y es probablemente Corfú.
Extenuado, Ulises se durmió en los matorrales que bordeaban un río. Por la mañana lo despertaron los gritos y las risas de un grupo de muchachas. Era Nausicaa, la hija del rey de la isla, con sus criadas, que habían ido a lavar la ropa y a jugar a orillas del río. Ulises se presentó a ellas y les pidió ayuda. Nausicaa le indicó el camino del palacio de su padre, el rey Alcinoo, mientras ella regresaba por otra ruta, con sus sirvientas, a fin de no despertar la malicia de los transeúntes.
Alcínoo y la reina Arete tributaron a Ulises una acogida afectuosa y hospitalaria. Se dio en su honor un gran banquete, durante el cual, Ulises contó sus aventuras con todo detalle, y lo cargaron de regalos. Más tarde, declinó el ofrecimiento que le habían hecho de casarse con Nausicaa y, en cambio, insistió en regresar a Ítaca. Pusieron una nave a su disposición. Durante el viaje, que fue breve, Ulises se quedó dormido, y los marinos feacios lo depositaron en un lugar apartado de la isla de Ítaca con los tesoros que le había regalado Alcínoo. El barco volvió a Esqueria, pero en el momento de llegar a la isla, Poseidón lo convirtió en una roca, y se vengó de este modo del servicio prestado a Ulises contra su voluntad. La propia ciudad quedó rodeada por una montaña y dejó de ser puerto.
La ausencia de Ulises duró veinte años. Ulises cambió tanto, por la edad y los peligros, que nadie lo reconoció. Pero Penélope lo esperó fielmente —por lo menos, ésta es la versión odiseica—. Es objeto de las importunaciones de los pretendientes, que, establecidos en el palacio de Ulises, devoran sus riquezas en locas prodigalidades. Estos pretendientes suman ciento ocho, y los mitógrafos han conservado sus nombres. Procedían de Duliquio, Same, Zacinto y de la propia Ítaca —que son los países sobre los cuales se extiende la autoridad de Ulises—. Penélope trataba de desanimarlos, y para ello se valió de una estratagema que se ha hecho célebre. Les había prometido contestarles el día en que terminase la mortaja del viejo Laertes. Durante el día trabajaba en la labor, y por la noche deshacía el trabajo diurno.
Al despertarse, Ulises resuelve no dirigirse inmediatamente al palacio. Va primero a la casa de Eumeo, el jefe de sus porquerizos, en quien tiene gran confianza. Se da a conocer y encuentra allí a Telémaco. Ambos se dirigen entonces al palacio; Ulises, disfrazado de mendigo. Nadie lo reconoce, excepto su perro Argo que, con sus veinte años a cuestas, llevaba una existencia miserable. Al ver a su amo se levanta gozoso, y vuelve a caer, muerto.
En palacio, Ulises pide de comer a los pretendientes. Éstos lo insultan, y un mendigo llamado Iro, habitual de los festines de los pretendientes, desafía al intruso que viene a amenazar su privilegio. Ulises lo derriba a puñetazos. El héroe es entonces objeto de una serie de ofensas por parte de los pretendientes, y, sobre todo, del que aparece como más importante, Antínoo. Penélope, enterada de que ha llegado un mendigo extranjero, desea verlo para preguntarle si tiene noticias de Ulises; pero éste decide aplazar la entrevista para el anochecer.
Llegada la noche, Telémaco, siguiendo órdenes de su padre, manda transportar a una habitación alta todas las armas que contiene el palacio. Entonces se desarrolla la conversación entre Ulises y Penélope. El héroe no se da a conocer, y se limita a pronunciar palabras de esperanza. Ella ha soñado que su marido iba a volver pronto, pero no cree en el sueño y se propone, al día siguiente, organizar un concurso entre los pretendientes y otorgar su mano al vencedor. Les entregará el arco de Ulises, y el vencedor será él que mejor sepa utilizarlo. Ulises la anima a realizar el proyecto.
Al día siguiente se celebra el concurso: el objetivo es atravesar con una flecha los anillos formados por varias hojas de hacha juntas. Sucesivamente, todos los solicitantes empuñan el arco, pero ninguno es capaz de tesarlo. Al fin, Ulises pide el arma, y a la primera da en el blanco. Sus criados cierran las puertas del palacio. Telémaco acude a las armas, y comienza la matanza de los pretendientes. Luego, las criadas, que no habían mostrado la discreción conveniente, se llevan los cadáveres, limpian la sala y son ahorcadas en el patio del palacio, junto con el cabrero Melancio, que se había puesto de parte de los enemigos de su señor. Al fin, Ulises se da a conocer a Penélope, y, para eliminar sus últimos escrúpulos, le describe la cámara nupcial, que sólo ellos dos conocen.
A la mañana siguiente, Ulises se trasladó al campo, donde residía su padre, y se da a conocer. Entretanto, los familiares de los pretendientes se han reunido y exigen, armados, satisfacción. Pero gracias a la intervención de Atenea, que adopta la figura del anciano Mentor, no tarda en restablecerse la paz en Ítaca.
Tal es el relato odiseico. Los poetas posteriores introdujeron en él episodios novelescos, sobre todo amorosos. Por ejemplo, las aventuras de Ulises y Polimela en la isla de Eolo. Además, completaron la Odisea añadiéndole diversos “finales”. He aquí los episodios más destacados de estas leyendas, principalmente literarios.
Después de la matanza de los pretendientes, Ulises ofreció un sacrificio expiatorio a Hades, Perséfone y Tiresias y partió a pie, a través del Epiro, hasta el país de los tesprotos. Allí ofreció a Poseidón el sacrificio que Tiresias le había ordenado en otro tiempo. La reina del país, Calídice, insistió en que se quedase y le ofreció el reino. Ulises consintió, y los dos tuvieron un hijo, Polipetes. Reinó durante algún tiempo conjuntamente con Calídice y obtuvo victorias sobre los pueblos vecinos. Pero a la muerte de Calídice entregó el reino al segundó hijo que le había dado y regresó a Ítaca, donde Penélope.
Otras versiones contaban que Ulises, acusado por los parientes de los pretendientes, había sido llevado a juicio de Neoptólemo, que reinaba entonces en Epiro. Neoptólemo, deseando apoderarse de Cefalonia, condenó a Ulises al destierro. Ulises se dirigió entonces a Etolia, junto a Toante, hijo de Andremón. Allí se casó con la hija de Toante y le dio un hijo, Leontófono, y murió en edad muy avanzada.
La lista de los hijos de Ulises es muy variable. Se modificaba a capricho de los autores de genealogías, con objeto de proporcionar títulos de nobleza a todas las ciudades italianas, en tiempo de Catón.
Así, se atribuyeron a su unión con Circe hijos tales como Árdeas, epónimo de la ciudad latina de Ardea, y Latino, epónimo de los latinos, entre otros.
- Grimal, Pierre, (1989). Diccionario de mitología griega y romana. Trad. Francisco Payarols, Barcelona, España: Paidós. (pp. 527-524)
TEATRO RELACIONADO CON ULISES U ODISEO
Género: Teatro (representado e impreso)
Título: Las voces de Penélope
Autor: Itziar Pascual
Año: 1996
País: España
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: Ulises y Penélope / La Orestíada
Breve descripción: Obra de estructura fragmentada en donde se nos presentan tres Penélopes: la homérica, la mujer que espera y la amiga de Penélope. El mito se desplaza para rastrear en la identidad femenina que el mito inicial nos presenta. No es Ulises quien realiza el viaje sino Penélope, un viaje al interior. No esperaba a Ulises, se esperaba a sí misma.
Género: Teatro (representado e impreso)
Título: Ulises
Autor: Gustavo Montes
Año: 2005
País: España
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La Odisea
Breve descripción: obra de 30 minutos que está inspirada en una noticia aparecida en un medio de comunicación: un músico cubano de 70 años desaparece. Los motivos de no poder volver, en esta obra, no son las aventuras homéricas, sino la pérdida de memoria, la mala salud.
Género: Teatro (representado e impreso)
Título: Soy Ulises, estoy llegando
Autor: Aihnoa Amestoy
Año: 2007
País: España
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La Odisea
Breve descripción: Parodia de La Odisea que se centra en el personaje de Ulises como un héroe trivializado: es enamoradizo, frívolo, vanidoso y engreído, además de estar siempre rodeado de mujeres con las que coquetea. Se sitúa en el siglo XXI, por lo que no es extraño que aparezcan escenarios como una discoteque o los personajes se envíen e-mails.
CINE RELACIONADO CON ULISES U ODISEO
Género: Cine
Título: L’lle de Calypso: Ulysse et le Géant Polyphème
Autor: Georges Méliès
Año: 1905
País: Francia
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: mito de La isla de Calipso: Ulises y el gigante Polifemo
Género: Cine
Título: “The return of Ulysses” (capítulo de la serie de televisión You are there)
Autor: dir. Sidney Lumet
Año: 1954
País: Estados Unidos
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: Ulises
Breve descripción y/o comentario: El capítulo 5 de la tercera temporada tiene como argumento el regreso de Ulises.
Género: Cine
Título: Biruma no tategoto
Autor: dir. Kon Ichikawa
Año: 1956
País: Japón
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La Odisea
Breve descripción: El soldado japonés Mizushima (Shôji Yasui), se convierte en el intérprete oficial de arpa(o saung) de la banda del Capitán Inouye (Rentarō Mikuni), compuesta por soldados quiénes luchan y cantan para levantar la moral del ejército en la Campaña de Birmaniade la Segunda Guerra Mundial. La película profundiza en el retorno a casa de Mizushima y las consecuencias que la Guerra tendrá en él.
Género: Cine
Título: Nobi: Fuego en la llanura
Autor: dir. Kon Ichikawa
Año: 1960
País: Japón
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La Odisea
Breve descripción:Soldados japoneses abandonados durante la Segunda Guerra Mundial usan canibalismo para posponir sus muertes. Narra el retorno al hogar tras la guerra.
Género: Cine
Título: Le mépris
Autor: dir. Jean-Luc Godard
Año: 1963
País: Francia e Italia
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: mito de Penélope y Ulises (La Odisea)
Breve descripción: Godard adapta la novela homónima de Alberto Moravia, en la cual forja una nueva forma dentro de su diversidad cinematográfica.
Género: Cine
Título: Te creís la más linda (pero erís la más puta)
Autor: Che Sandoval (director)
Año: 2009
País: Chile
Obra que emerge: La odisea
Breve descripción: El viaje nocturno de Javier por las calles de Santiago, lleno de personajes violentos y lugares inhóspitos, denota un camino similar al de Ulises en la Odisea.
Género: Cine
Título:Ulises
Autor: Oscar Godoy (director)
Año: 2010
País: Chile
Obra que emerge: La odisea
Breve descripción: Julio es un peruano indocumentado que llega a Chile en busca de una oportunidad. Godoy establece a Ulises de la Odisea en un personaje contingente, abordando una temática relevante como lo es la inmigración.
Género: Cine
Título: Soy mucho mejor que voh
Autor: Che Sandoval (director)
Año: 2013
País: Chile
Obras que emergen: La odisea y Edipo rey
Breve descripción: spin off de la ópera prima de Che Sandoval Te creís la más linda (pero erís la más puta). El Naza, un padre acabado de clase media alta, protagoniza otra odisea por Santiago nocturno. Además, la película establece una relación asimétrica entre padre e hijo, en que Camilo es la sensatez de un padre alicaído.
Género: Cine
Título: Morir un poco
Autor: dir. Álvaro Covacevich
Año: 1966
País: Chile
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La odisea, Homero
Breve descripción: visionario film de Álvaro Covacevich, al estilo de Mondo Cane de Jacopetti, en que muestra un recorrido por la pobreza de Chile del 60. Ambiguo en cuanto a su calidad de largometraje de ficción o documental, Covacevich plantea algo similar a lo de Chesterton en su ensayo “El hombre común”, donde defiende al ser humano de tránsito, ni pobre ni rico. Puede considerarse como un simil de la Odisea, como un viaje de Ulises dentro de un Chile precario, pero a su vez directamente relacionado con el descenso al infierno del Dante.
Género: Cine
Título: Largo viaje
Autor: dir. Patricio Kaulen / guión Patricio Kaulen y Javier Rojas
Año: 1967
País: Chile
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La odisea, Homero y Prometeo encadenado, de Esquilo
Breve descripción: la película es el viaje de Ulises, encarnado en un niño de clase baja que busca llevarle las alas a su hermano recientemente fallecido, como parte de un ritual tradicional del campo chileno inmerso en la ciudad. Además, se puede hacer una lectura del argumento de Kaulen como la de Prometeo, instado a realizar una acción por un bien común, en este caso, llevarle las alas a su hermano para su asunción al cielo y la paz de sus padres.
Género: Cine
Título: Diálogos de exiliados
Autor: dir. Raúl Ruiz
Año: 1975
País: Chile
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La odisea, Homero
Breve descripción: en esta película todos sus personajes podrían ser considerados como Ulises de La odisea: todos son personajes que deambulan erráticos en París, pocos años después de ser exiliados. La relación surge debido a que, en algún momento, todos esos chilenos en Francia deberán volver a su origen.
Género: Cine
Título: Los deseos concebidos
Autor: dir. Cristián Sánchez
Año: 1982
País: Chile
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La odisea, Homero
Breve descripción: Erre de pronto ya no está en la nómina de su liceo. Como si no tuviera identidad, Erre aprovecha su condición para perderse, inmiscuirse en nuevos mundos, carentes de virtudes.
Género: Cine
Título: Los náufragos
Autor: dir. Miguel Littin
Año: 1994
País: Chile
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La odisea, Homero
Breve descripción: la película de Littin puede relacionarse con el retorno de Ulises: el retorno de Aron a un país distinto al que dejó, que tiene resabios y remanentes de lo que había.
Género: Cine
Título: Taxi para tres
Autor: dir. Osvaldo Lübbert
Año: 2001
País: Chile
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La odisea, Homero
Breve descripción: otro viaje del héroe con ribetes trágicos. Esta vez lo realiza Ulises, que intenta salir de la pobreza siendo asaltante. Ulises inicia el viaje y lo culmina, pero siempre con sus dos acompañantes: Coto y Chavelo. Ulises entra en un escenario del que no puede salir.
Género: Cine
Título: Gloria
Autor: dir. Sebastián Lelio / guión Sebastián Lelio y Gonzalo Maza
Año: 2013
País: Chile
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La odisea, de Homero
Breve descripción: Gloria puede entenderse como la salida de Penélope, haciendo valer su calidad de mujer, reivindicando el género. Hace que la mujer sea quien emprenda el viaje, en este caso, introspectivo y viviendo su vida como no la vivió antes, hoy a sus 58 años, por vivir en la insustancial incertidumbre de esperar el regreso de Ulises.
Género: Cine
Título: Sommersby
Autor: dir. Jon Amiel
Año: 1993
País: Estados Unidos
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La Odisea
Breve descripción: Las sospechas surgen cuando un soldado de la Guerra Civil, quien supuestamente murió hace años, regresa con su esposa.
Género: Cine
Título: Ulises
Autor: dir. Mario Camerini / guión Esquilo
Año: 1954
País: Italia
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La Odisea
Breve descripción: El viaje de Ulises es explorado desde distintos recursos en esta adaptación de Camerini. El rasgo de amnesia que le entrega a Ulises lo humaniza mucho más en esta pieza cinematográfica.
Género: Cine
Título: Somewhere in the night
Autor: dir.Joseph L. Mankiewicz
Año: 1947
País: Estados Unidos
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La Odisea
Breve descripción: un miembro del ejército que despertará súbitamente en la cama de un hospital militar con amnesia y el rostro completamente desfigurado tras haber sufrido una terrible explosión de una granada en un combate. Los escasos medios de identificación a disposición de los miembros sanitarios para tratar de ubicar la identidad del accidentado parecen mostrar que el mismo se trata de un tal George Taylor, un personaje sin amigos ni familiares conocidos como si hubiera aparecido de la más profunda nada.
Género: Cine
Título:Objective Burma!
Autor: dir. Raoul Walsh
Año: 1945
País: Estados Unidos
Tragedia adaptada/ o tragedia que emerge: La Odisea
Breve descripción: Durante la Segunda Guerra Mundial, unos militares son lanzados en paracaídas sobre la selva birmana, tras las líneas enemigas, para destruir una estación de radar japonesa. La expedición a través de los pantanos se convierte en un juego mortal.